Joaquim Ibarz | Tegucigalpa. Enviado Especial | 02/07/2009 | www.lavanguardia.es

El presidente hondureño Roberto Micheletti rechazó de plano el ultimátum de 72 horas de la Organización de Estados Americanos (OEA) para abandonar el cargo y restituir en el poder al derrocado Manuel Zelaya.

"No aceptamos que Zelaya vuelva a la presidencia ni aceptamos el ultimátum de la OEA. Zelaya es un delincuente vinculado con el narcotráfico, en el momento en que entre al país será detenido y encarcelado", declaró desafiante Micheletti. El Congreso hondureño ratificó el miércoles un decreto del Gobierno interino mediante el cual se suspenden algunas garantías constitucionales durante el toque de queda ordenado tras el derrocamiento del presidente Manuel Zelaya.

El Ejército podrá entrar en residencias privadas sin necesidad de orden judicial y detener a personas por más de 24 horas sin levantar cargos. También fue derogado el derecho a la libre asociación y la libre circulación mientras dure el toque de queda, por el momento hasta el sábado de las diez de la noche a las cinco de la mañana. Zelaya, que debía regresar hoy a Honduras, aplazó su retorno hasta que se cumpla el plazo de tres días anunciado por la OEA.

Micheletti fue tajante al afirmar que "Zelaya jamás volverá al poder". Subrayó que "Honduras no acepta a quien ha cometido delitos que son investigados por la Corte Suprema; la fiscalía y los juzgados ya tienen las órdenes de captura pertinentes". La Asamblea General de la OEA adoptó una resolución de cinco puntos que condena el golpe militar del domingo, exige la restitución inmediata, segura e incondicional de Zelaya y rechaza al gobierno de Micheletti.

Micheletti pidió a los presidentes de Argentina, Cristina Fernández, y Ecuador, Rafael Correa, que no interfieran en asuntos que no les corresponden. La presión internacional, diplomática y económica, contra Honduras se incrementa. El Pentágono suspendió toda actividad militar conjunta entre sus soldados y los militares hondureños. EE.UU., el país más influyente en este país, mantiene 600 soldados en la Base Aérea de Soto Cano, a unos 100 kilómetros de la capital hondureña.

El paso dado por Washington sigue al llamamiento a consultas del embajador de España, Ignacio Rupérez. El ministro español de Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, fracasó en su pretensión de que todos los países de la UE retiraran a su representante en Honduras; tan sólo Francia atendió el llamamiento. En la colonia española en Honduras hay perplejidad por la salida del embajador.
En un encuentro que este enviado mantuvo con un grupo de empresarios se criticó que el Gobierno español "tenga un doble baremo de medir". "Felipe González no retiró al embajador Nabor García cuando el presidente Alberto Fujimori dio el autogolpe de 1992. Zapatero no llamó a consultas al embajador Juan María Alsina, ni formuló la menor crítica, cuando Lucio Gutiérrez fue derrocado en Ecuador por un golpe militar.

Aznar tampoco retiró al embajador cuando el ecuatoriano Jamil Mahuad fue sacado de palacio a golpe de fusil y derrocado en el año 2000", comentó el empresario español Rafael Enríquez, ingeniero-consultor de proyectos hidroeléctricos. "Me parece horrible que España retire al embajador. Zelaya quería expulsar a los extranjeros, ponía trabas a los empresarios, a los que veía como enemigos.

Boicoteaba al inversor español. La decisión de Moratinos es precipitada y oportunista", señaló Enríquez. Antonio Fraile, empresario de la construcción con 70 trabajadores, manifestó a este periódico que Moratinos decidió la llamada a consultas del embajador "por falta de información, no lo hizo por tener un complot con Chávez; el ministro está equivocado, igual que la comunidad internacional, deseo por el bien de Honduras que se consolide el gobierno de Micheletti".

En algunos sectores hondureños duele la retirada del embajador español. En una emisora de radio se dijo que "Moratinos lidera el boicot a Honduras de la mano de Hugo Chávez". Rossana Guevara, periodista y dirigente del Partido Nacional, dijo a este diario que "Honduras nunca ha estado tan unida en defensa de la democracia, Moratinos no entiende que aquí defendemos las instituciones, la retirada del embajador es una falta de cortesía después de relaciones históricas muy estrechas".

En medios diplomáticos de Tegucigalpa se considera que el problema político tiene difícil solución. Un representante latinoamericano dijo que aún en el caso de que Zelaya volviera a la presidencia "no podría gobernar con las instituciones y la mayoría de la población en contra, Zelaya gobernaba como un cacique feudal". "Si Zelaya vuelve podría haber un enfrentamiento civil", comentó un embajador. Otro enviado europeo señaló que "el tiempo juega a favor de Micheletti.

Durante el mandato de Zelaya la zona norte del país era un corredor para la droga y el tráfico de armas".

Honduras sufre boicot económico y asfixia financiera
Nunca un país latinoamericano –con excepción de Haití en 1994- ha sufrido un aislamiento económico tan brutal y tan unánime. En las fronteras de Honduras están parados, sin poder pasar, cientos de camiones cargados con contenedores.
Los tres vecinos -El Salvador, Nicaragua y Guatemala- aplican a rajatabla el bloqueo aprobado en represalia por el derrocamiento de Manuel Zelaya. El Banco Mundial y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) suspendieron millonarios programas destinados a Honduras. En Honduras hay llamamientos a resistir las sanciones con tal de librarse de Zelaya.

"Si defender la democracia implica vivir con menos recursos, haremos el sacrificio", dijo la nueva ministra de Finanzas, Gabriela Núñez. Al aislamiento político y al boicot económico de la nación más pobre y vulnerable de la América continental, con un presupuesto nacional semejante al de la ciudad de Málaga, se suma la asfixia financiera internacional.

El presidente del BID, Luis Alberto Moreno, dijo que por han quedado congelados los 200 millones de dólares de créditos a Honduras. Robert Zoellick, presidente del Banco Mundial, anunció "una pausa en los desembolsos" de los 16 proyectos por desarrollar, que suman 400 millones de dólares, de los cuales faltaban por entregar 270 millones.

Honduras enfrentaría también la suspensión de toda ayuda norteamericana, como la Cuenta del Milenio, si Washington calificara de golpe el derrocamiento de Zelaya. El presidente Barack Obama dijo que la destitución de Zelaya no fue legal, aunque no utilizó el término golpe. En la Cuenta del Milenio, Honduras recibe desde 2005 un programa de 215 millones de dólares, a cambio de una serie de pasos u objetivos considerados propios de un buen gobierno.

Los hondureños están indignados con las sanciones por repercutir sobre los ciudadanos, que tienen que cargar sobre sus espaldas el peso de un problema político. El economista Luis Gálvez comentó a "La Vanguardia" que "las sanciones económicas no afectan a políticos, sin a los pobres, a los empresarios, a un país sin economía; si el boicot financiero dura meses, la pobreza se va a multiplicar". Los países vecinos comenzaron el martes la suspensión del comercio con Honduras durante 48 horas.

El boicot terminará en la medianoche de hoy. El cierre de fronteras golpea a todos los países centroamericanos. Honduras está en el centro del istmo y, necesariamente, todo el intercambio comercial de la región tiene que pasar por aquí.

Las sanciones causan un grave deterioro para toda la economía regional del llamado Triángulo Norte (Honduras, El Salvador y Guatemala). El bloqueo fue acordado por los presidentes Daniel Ortega de Nicaragua, Mauricio Funes de El Salvador y Alvaro Colom de Guatemala en la cumbre del Sistema de la Integración Centroamericana (Sica) celebrada el lunes en Managua, a la que asistió Zelaya.

El Sica decidió también suspender las reuniones de carácter político, económico, financiero, cultural, deportivo, turístico y de cooperación. Los empresarios se quejan del perjuicio que significa para la región la suspensión una actividad económica común que ya está fuertemente integrada.

Los presidentes de las cámaras de comercio de El Salvador, Costa Rica y Honduras protestaron por la iniciativa al considerar que la restricción del comercio no sólo afectará a Honduras, sino a todos los países de la región. El presidente de la Cámara de Comercio de El Salvador José Daboub dijo que la suspensión comercial "agudiza los problemas económicos de Centroamérica, que ya está muy golpeada por la crisis".

El presidente de la Asociación Guatemalteca de Exportadores, Carlos Amador, dijo que "el cierre de fronteras y el bloqueo comercial con Honduras afecta a todos los países".

Escaso intercambio comercial con España
Honduras es un país que vive de la ayuda exterior, sin tener siquiera un presupuesto. La colaboración española desde 1998 asciende a 160 millones de euros, sin contar la condonación de deuda (unos 200 millones desde 2005).

España otorga créditos concesionales (bajo tipo interés y largo período de devolución), que nunca son amortizados. España ha financiado todo el sistema de potabilización y desalinización del agua de consumo. El intercambio comercial bilateral con España es apenas de 50 millones de euros al año.

El PIB nacional de Honduras es de unos 7.500 millones de euros (unos 1.100 euros por persona al año), la inversión pública es raquítica. Las remesas de los emigrantes suponen la tercera parte de los ingresos.

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